Un buen ejercicio:Viaje a la Cara Norte del Cotopaxi
El Volcán activo más alto del Planeta: 5 897 m.
El Cotopaxi es el volcán activo más alto del mundo (5897 metros). Su última erupción se produjo en 1877. Avalanchas, aludes de piedra y lodo, ríos de lava descendieron con violenta brutalidad. Sus humeantes desechos llegaron hasta el océano Pacífico. Si volviera a explotar, ocasionaría graves daños en la zona central de los Andes Ecuatorianos.Escalar el Cotopaxi por la Cara Norte es una experiencia maravillosa, si quieres llegar a la cumbre necesitas estar en buenas condiciones físicas, aclimatarte a la altura y un buen clima. La mejor época para escalar es en diciembre y enero.
Para llegar a la cumbre del Cotopaxi necesitas dos días, el primer día para realizar el acercamiento desde Quito hacia el refugio Campamento, se puede llegar en auto hasta el parqueadero ubicado a 4500 msnm, de ahi hacia el refugio (4800msnm) la caminata es de aproximadamente 40 minutos dependiendo del ritmo de subida.
Es recomendable realizar prácticas en los glaciares durante la tarde. Después de una cena liviana rica en carbohidratos, deberás ir a tratar de dormir para despertarte a la media noche, preparar un té caliente, ponerte todo el equipo y empezar con el ascenso.
Ascenso en la oscuridad para sorprender al gigante y llegar a su cima con los primeros rayos del Sol que pretenden -inútilmente- calentar la nieve. Nadie piensa en volver al refugio. Nadie quiere ser derrotado por la altura o el frío o el cansancio... Los andinistas continúan su camino: llevan cuerdas, clavos y crampones; llevan, también, decisión y coraje.
Más cerca o más lejos. ¿Dónde está el final del camino?, ¿la cima arropada con copos nieve y cubierta por una espesa bufanda de nubes?... y el frío aumenta y el aire escasea. Ya casi no existe. El corazón no cabe en el pecho, se rebela y late con fuerza, clama por un descanso... pero hay que seguir hasta la cumbre del volcán. Uno, dos, tres pasos más. Ojalá sean los últimos.
La escalada continúa. Es cuestión de voluntad, de empeño, de demostrarle al cansancio que siempre queda una pizca de energía en el interior del cuerpo. No hay que dejarse abatir ni por el viento congelado ni por la cuesta tortuosa ni por las grietas traicioneras en las placas de hielo. Seguir hasta llegar a la cima del Cotopaxi, eso es lo único que vale. Sólo ahí se tendrá derecho a descansar ya que llegarás a la cumbre y te sentirás como un cóndor, el rey de los Andes.
El descenso se realiza en menos tiempo, talvez 4 o 5 horas; debes tener mucho cuidado pues la bajada siempre es más peligrosa.
Llegar hasta las nubes vale la pena... inténtalo!!
Vinicio